Las primeras experiencias
El servicio de Cuidado y Desarrollo Infantil es una pieza clave dentro del conjunto de servicios que Aldeas Infantiles brinda en Uruguay. Actualmente, el 45 % de la población total de los CAIF gestionados por la organización corresponde a niños y niñas de 0 a 24 meses.

1000 conexiones nuevas por segundo es la cifra de actividad neuronal a la que puede llegar el cerebro de un/a bebé. Su conocimiento del mundo, mediado por la experiencia y el contacto con los/as adultos/as, resulta central en la constitución de su personalidad.
Gracias al avance de la neurociencia, se ha descubierto que los tres primeros años de vida es el período de mayor y más rápido desarrollo de un ser humano. En este período es necesario preguntarnos cómo acompañamos el crecimiento en la primera infancia y qué rol desempeñan las instituciones para fortalecer a las familias en sus capacidades de cuidado.
Acerca del servicio de Cuidado y Desarrollo Infantil en Aldeas Infantiles SOS Uruguay
El servicio de Cuidado y Desarrollo Infantil es una pieza clave dentro del conjunto de servicios que la organización brinda en Uruguay. Los últimos datos de cobertura (pertenecientes a junio 2023) señalan que la mayor cantidad de participantes corresponde a este servicio (1328 de un total de 2096, es decir, un 63 %).
Ofrece dos modalidades que resultan de convenios de atención de tiempo parcial con el ente rector de niñez y adolescencia en Uruguay, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). Estas modalidades son CAIF y Club de Niños.
Los centros CAIF fueron creados como una política pública en 1988 y representan una alianza entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil. Su objetivo es brindar una propuesta de atención integral para niños y niñas de entre 0 y 3 años y sus familias, priorizando el acceso a quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad social. Según los datos del censo de población de 2011, en Uruguay hay 174 897 niños y niñas que tienen entre 0 y 3 años. 91 359 son atendidos en 474 CAIF en todo el país.
Por su parte, los Clubes de Niños son centros socioeducativos que trabajan a contraturno escolar y brindan atención diaria a niños y niñas de entre 5 y 12 años.
Actualmente, Aldeas Infantiles SOS Uruguay gestiona 11 centros CAIF (ubicados en los departamentos de Montevideo, Canelones, Florida, Paysandú y Salto) y un Club de Niños (en Salto). El servicio tiene una cobertura de 1318 niños y niñas (1217 en CAIF y 111 en Club de Niños).
Para la organización, los convenios de tiempo parcial con INAU tienen como cometido esencial responder a las necesidades concretas de desarrollo y capacidades de los niños y las niñas en ámbitos privilegiados de participación, educación, cuidados, protección e incidencia, así como evitar o prevenir la separación de sus entornos familiares o comunitarios a través del fortalecimiento de las capacidades de cuidado de las familias para que puedan criar en entornos seguros y protectores.
Tanto en los CAIF como en el Club de Niños se acompaña a los/as participantes y sus familias o referentes de cuidado, potenciando sus lazos sociales y ampliando su entorno de desarrollo de capacidades y oportunidades. Mediante el trabajo en conjunto de los equipos pedagógicos, psicológicos, sociales, psicomotrices, legales, nutricionales y educativos, se logra optimizar recursos concretos en la vida cotidiana para mejorar las condiciones y las capacidades de cuidado en las familias, así como de sus entornos de protección en las comunidades.
Se acompañan todos los procesos familiares desde la presunción de que las situaciones pueden cambiar de un momento a otro. En ese sentido, se trabaja activando la participación de los niños y las niñas para que, según su edad y singularidad, puedan procesar e interiorizar la importancia de los cuidados.
Atención integral desde los primeros meses de vida: el programa Experiencias Oportunas
Experiencias Oportunas es un programa dentro de CAIF que se propone la estimulación de niños y niñas desde la edad más temprana (de 0 a 24 meses de edad) con el fin de fortalecer sus vínculos con los/as adultos encargados/as de su cuidado. Esto comprende promover el desarrollo integral del niño y de la niña, entendiendo al desarrollo como fruto de los procesos madurativos, las experiencias y los aprendizajes que se realizan en relación con otros/as, así como fomentar un cuidado sensible que habilite el despliegue del potencial de desarrollo de los niños y las niñas.
Actualmente, en términos de cobertura, los/as participantes de Experiencias Oportunas representan aproximadamente el 45 % de la población total de los CAIF gestionados por Aldeas Infantiles SOS Uruguay.
Los talleres de Experiencias Oportunas se llevan a cabo mediante la implementación anual de dos ciclos. Cada uno consta de 16 talleres semanales de 3 horas aproximadamente. El tiempo en sala se estructura en tres momentos: juego, reflexión/educativo y alimentación.
Momento de juego
«Cuando una persona juega, sostiene, se sumerge y pertenece a un universo en el cual solamente es capaz de ingresar quien juega al mismo juego, con la capacidad de hablar un mismo idioma, ajeno al espectador.» (Winnicott, 1972).
El juego es una instancia enriquecedora para los niños y las niñas y sus referentes significativos/as. Habilita un espacio para la mirada, la envoltura, el sostén, la contención, el contacto corporal, el lenguaje, la comunicación e incluso la puesta de límites saludables.
Los objetivos de esta instancia son favorecer en los niños y las niñas el desarrollo de sus capacidades motoras, cognitivas, emocionales y sociales; promover la comunicación y la socialización; posibilitar espacios de encuentro placenteros y fortalecer los vínculos.
En cada uno de los talleres se habilita y propicia a través del juego el pasaje de los/as participantes por momentos de interacción, de comunicación a distancia y de separación. Así se observa el desarrollo de los niños y las niñas, su interacción con los/as adultos/as y también con sus pares.
El rol del equipo del centro (psicomotricista y educadora) es presentar los recursos y materiales y facilitar el espacio de juego. De ser necesario, realiza intervenciones respetuosas, dando algunas pautas o señalamientos que refuercen aspectos positivos y que las familias puedan replicar en sus hogares.
Momento de reflexión:
Rescatar los aspectos positivos y las potencialidades de los/as adultos/as que cuidan es esencial para garantizar la confianza y promover el diálogo con el niño la niña en un ambiente protector, que favorecerá un apego seguro.
Los objetivos de esta instancia son promover la participación de los padres/referentes de cuidado en la crianza de sus hijos/as; facilitar la comunicación, la escucha y la verbalización entre los/as referentes adultos/as, propiciando espacios de ayuda mutua; problematizar, canalizar inquietudes e intercambiar opiniones acerca de creencias, mitos y valores referentes al desarrollo y educación de los niños y las niñas y acompañar a los/as referentes adultos/as en el desarrollo de habilidades que favorezcan en los procesos de autonomía progresiva de los niños y las niñas.
Se busca promover el diálogo y el intercambio de vivencias, creencias y saberes mediante el abordaje de temas vinculados a pautas de crianza según las necesidades de las familias. Se trabaja desde la dimensión grupal, la colaboración entre familias y la negociación en búsqueda de respuestas posibles a las inquietudes planteadas. En ocasiones se invita a participar de esta instancia a otros/as técnicos/as, referentes comunitarios/as o familiares (nutricionistas, pediatras, fonoaudiólogos/as, maestras/os, referentes comunitarios/as).
Momento de alimentación:
La instancia de alimentación es un escenario más para observar las interacciones entre los/as referentes adultos/as y los niños y las niñas. Es un espacio educativo y de socialización.
Los objetivos de esta instancia son promover hábitos de alimentación saludable y acompañar respetuosamente la autonomía progresiva de los niños y las niñas en la incorporación de alimentos apropiados para su edad.
En esta instancia se comparte un desayuno, merienda o colación. Para el logro de estos objetivos es importante que el equipo identifique los hábitos alimenticios y los alimentos de consumo más frecuente de los niños, las niñas y sus familias para así planificar los menús más apropiados en función de lo que se quiera promover (consumo de alimentos de elaboración casera, de verduras o frutas, desestimular el consumo de alimentos que contengan conservantes, saborizantes artificiales y colorantes, etc.). Además, esta instancia permite observar y dar pautas puntuales para prevenir alteraciones dentarias, respiratorias o deglutorias.
Por otra parte, cada semana las familias obtienen la receta con el fin de estimular su elaboración en el hogar.
La alimentación de los centros está basada en los lineamientos brindados por el Instituto Nacional de Alimentación, por lo que se elaboran alimentos basados en panificados, lácteos, frutas y verduras. También se hace hincapié en la presentación de los alimentos, con el fin de que atraiga la atención de los niños y las niñas.
La participación de los niños y las niñas de 0 a 24 meses junto a sus familias o referentes de cuidado es una oportunidad relacional que permea en los cuidados.
La vivencia semanal de intermediación lúdica de los talleres cuenta con una planificación pedagógica, que busca trasmitir qué esperar en cada momento del desarrollo y hace que lo grupal permita pensar en otras experiencias de crianza posibles.
El espacio de Experiencias Oportunas también brinda caminos diferenciales para resolver problemas comunes, con la experticia de un equipo profesional, especializado y entusiasta con la tarea.
Todos los elementos que componen las salas —sus materiales, sus texturas, sus sonidos, la música, los alimentos— han sido pensados para acompañar esta experiencia.
Esta política pública, que es parte de un sistema integral de cuidados, busca integrar una perspectiva de corresponsabilidad y prevenir la pérdida de los cuidados familiares comunitarios en la primera infancia. Esto contribuye con certeza a la tarea global de Aldeas Infantiles y para Uruguay es un orgullo contar con estos servicios.
Queremos brindar un especial reconocimiento a las psicomotricistas y educadoras de cada equipo de los centros CAIF gestionados por Aldeas Infantiles, que forman parte de la propuesta de Experiencias Oportunas.