09 de Enero del 2017

Más allá de las fronteras

Barbara y Susanne viven a más de 11.000 km de distancia de Elena y Alejandro. No conocen Uruguay, pero dos veces al año reciben correspondencia con sello de esta parte del mundo, momento que ambas ansían.

Ellas forman parte de las casi 3 200 personas que integran el sistema de Padrinazgos Internacionales, el cual apoya el desarrollo de niños, niñas y adolescentes uruguayos/as que se encuentran bajo el cuidado de Aldeas Infantiles.

“¿Te parece que le puede gustar a mi ahijada? Es igual a nuestra mascota, pero pequeñito”, dice Barbara, mientras abre una cajita de cartón que sacó de su cartera. Un mensaje para la niña escrito en perfecto español acompaña al perro de peluche que en pocas semanas llegará por correo desde Alemania a las manos de Elena.

Barbara vive en la ciudad de Bonn y colabora con Aldeas Infantiles SOS Uruguay apadrinando a Elena. Ella es una de los/as casi 3 200 padrinos y madrinas que, desde distintos países, apoyan a niños, niñas y adolescentes de Uruguay mediante un aporte económico mensual. Con esta contribución, los/as padrinos y madrinas colaboran directamente con el desarrollo de un/a niño, niña o adolescente y su contribución se destina en su totalidad a la manutención de la casa en la que vive el ahijado o la ahijada.

Cada uno de los/as 236 niños, niñas y adolescentes que integran el sistema de Padrinazgos Internacionales y forman parte del servicio de Acogimiento de Aldeas Infantiles Uruguay puede tener hasta 12 padrinos o madrinas. Ellos/as reciben dos veces al año información actualizada de su ahijado/a relativa a su vida diaria, sus progresos en materia educativa, sus pasatiempos y gustos. En su mayoría, los/as padrinos y madrinas que apoyan a Aldeas Infantiles Uruguay son de origen europeo. El primer lugar es ocupado por Alemania con un 40 %, seguido por Noruega (24 %) y Suecia (14 %).

Barbara está casada con Theodor, no tiene hijos y es profesora de Ciencias Naturales y Español. Ha encontrado en el sistema de Padrinazgos Internacionales una forma de mantener contacto con niños, niñas y jóvenes. Pero, ¿por qué Uruguay?

“Quise tener un ahijado en un país de habla hispana para poder escribirle en su idioma”, responde Barbara. Lo mismo sucede con Susanne (50 años), soltera, secretaria en una empresa internacional con sede en Alemania. Ella también habla español y desde 1988 ha sido madrina de cinco niños de Brasil y Uruguay. “Soy madrina de Alejandro desde comienzos de 2016. No conozco Uruguay, pero me gustan mucho las culturas latinoamericanas y me gustaría poder visitar a mi ahijado algún día”, cuenta Susanne.

Ambas tomaron con mucha responsabilidad la selección de una organización con la cual contribuir. Barbara evaluó varias alternativas y optó por Aldeas Infantiles “porque allí los niños pueden vivir en una casa junto a sus hermanos y a otros niños. Nos parece excelente que se trabaje con los niños y sus padres para que ellos puedan volver a su familia biológica”. Una amiga recomendó a Susanne que contribuyera con Aldeas Infantiles, ya que su experiencia con la organización siempre fue positiva.

Barbara destaca que colaborar a través de un padrinazgo le permite tener un contacto más directo y ver cómo su aporte contribuye concretamente al desarrollo particular de una persona. Susanne espera con ansiedad los meses de julio y diciembre, que es cuando puede tener novedades de Alejandro y ver una foto actual de él.

“Me gustaría acompañar a Elena durante su tiempo en la escuela y durante su aprendizaje en general”, dice Barbara. “Le deseo a Alejandro una vida feliz y mucha salud”, agrega Susanne. 

 

*Los nombres fueron cambiados para proteger la identidad de la niña y el niño