01 de Diciembre del 2016

Cuidar en familia

El Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay y las organizaciones de la sociedad civil que forman parte del sistema de protección, como Aldeas Infantiles, implementan alternativas al cuidado institucional tradicional para garantizar el derecho a crecer en familia. 

Cada tres meses que un niño o niña de corta edad reside en una institución, pierde un mes de desarrollo*. Dado el impacto negativo en su crecimiento y en su exposición a sufrir distintos tipos de violencia, la institucionalización de niños, niñas y adolescentes debe ser una medida de excepción. Además, todo/a niño/a o adolescente que recibe un cuidado institucional está impedido de ejercer su derecho a la convivencia familiar y comunitaria.

La Ley n.º 18.590, aprobada en 2009, señala en su artículo 134 que los niños/a de hasta dos años de edad no pueden permanecer en establecimientos de internación institucional por más de 45 días, y para los/as niños/as mayores de dos años hasta siete de edad, el plazo máximo de permanencia es de 90 días.

“En la franja etaria de los 0 a 5 años no puede haber ningún niño que necesite protección integral que no esté en un
ámbito familiar”, afirma Fernando Rodríguez, director de INAU.

Con motivo de promover procesos de desinternación**, INAU lanzó este año la campaña Familia Amiga, mediante la que se pretende llamar a familias uruguayas a postularse para acoger provisionalmente a un niño, niña  o  adolescente que se encuentre separado del cuidado familiar.

En la primera fase de la campaña se inscribieron 200 familias, la mitad de ellas de Montevideo y Canelones. “Los números de niños, niñas y adolescentes internados siguen llamando mucho la atención. Familia Amiga pretende llegar a un número suficiente de familias para tener el 100 % de los niños de 0 a 5 años, que hoy por hoy son aproximadamente 550 niños y niñas, en alternativa familiar”, comenta Rodríguez.

Paralelamente a este plan, se propone la conversión de las 150 residencias tradicionales de tiempo completo (ya sean oficiales o en convenio con organizaciones de la sociedad civil) en Centros de Acogimiento y Fortalecimiento Familiar (CAFF).

“Cada centro, fundamentalmente los que atienden la franja etaria más chica, va a tener un mínimo de niños en residencia por el menor tiempo posible como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño”, afirma Rodríguez. 

“Inau propone que la gestión de Familia Amiga la haga el propio proyecto de tiempo completo [futuros centros CAFF]. Eso permite que desde un mismo proyecto se pueda mantener el seguimiento de niños y niñas que se encuentran bajo cuidado institucional, que están en atención en contexto y que están en acogimiento familiar. Esto resulta positivo porque se logra una mejor continuidad en el proyecto del niño, niña o adolescente”, señala la
directora nacional de Aldeas Infantiles SOS Uruguay Anainés Zignago.

La iniciativa de Familia Amiga concentra sus esfuerzos en la desinternación de niños/as menores a 5 años. En el caso de Aldeas Infantiles, el promedio de edad de los niños/as que participan de nuestro servicio de Acogimiento es de 12 años. En este sentido, una de las vías que encuentra la organización para reforzar mecanismos de desinstitucionalización es poder implementar el sistema de Familia Ampliada.

“Nosotros vemos en Familia Ampliada un proyecto que le brinda a los y las adolescentes que tienen una evaluación de larga permanencia una posibilidad de vivir en un acogimiento familiar”, agrega Zignago.

Caminos recorridos


Aldeas Infantiles SOS Uruguay, como integrante del sistema nacional de protección a la infancia en convenio con el Estado, en su servicio de Acogimiento brinda un cuidado institucional y alternativo al de la familia cuando la separación familiar es inevitable.

Sin embargo, a partir de 2003, con el desarrollo del servicio de Fortalecimiento Familiar (en el que se brinda  atención directa a niños, niñas y adolescentes, a la vez que se trabaja con las familias para fortalecer sus capacidades de cuidado y evitar la separación), comienza a concentrar sus esfuerzos en la prevención y promoción del derecho a crecer en familia. En esta misma línea, en 2012 se instala el modelo alternativo de acogimiento en casas en la comunidad, que permite que niños, niñas y adolescentes puedan tener una mayor circulación social y una mejor integración comunitaria, viviendo en casas bajo el cuidado de una referente.

A la vez, se apuesta por el reintegro de esos/as niños, niñas y adolescentes a sus familias, trabajando con estas en el fortalecimiento de sus capacidades de cuidado y facilitándoles redes para que puedan mejorar aspectos vinculados al trabajo, la vivienda, la salud, la educación y las pautas de crianza. Una vez efectuado un reintegro, se ponen en marcha dispositivos de acompañamiento técnico y económico a las familias (Atención en Contexto). Esta modalidad también puede funcionar como mecanismo preventivo a la separación familiar.

Al día de hoy, Aldeas Uruguay cuenta con una tercera parte de los/as niños, niñas y adolescentes participantes de los servicios de Acogimiento que han pasado a vivir con sus propias familias de origen y son acompañadas en la modalidad de Atención en Contexto. El número de reintegros ha aumentado de manera significativa en los últimos años.

Por otra parte, en 2015 se realizó la primera adopción facilitada por Aldeas Infantiles. Ese mismo año se concretó una segunda adopción. Actualmente son 25 niños y niñas (5,5 % del total del padrón) quienes se encuentran en distintas fases del proceso, a la espera de la adopción.

Como fruto de estas acciones, en 2016 se elaboró un marco institucional para la desinstitucionalización, que pretende reforzar el trabajo en estos aspectos, con el objetivo de que los/as niños, niñas y adolescentes participantes de los programas de Aldeas Infantiles puedan ver cumplido el derecho a crecer en familia.

“Hemos avanzado muchísimo en reintegro familiar y adopción —afirma Zignago—. Para continuar con procesos de desinstitucionalización vemos con buenos ojos la campaña de Familia Amiga y el impulso que está teniendo acogimiento familiar. Realmente creemos que podemos, y sentimos la necesidad, desde un enfoque de derechos, de que muchos niños, niñas y adolescentes que están bajo cuidado institucional puedan integrarse a modalidades de acogimiento familiar.”

“Aldeas nos viene acompañando de muy buena forma, y nosotros acompañando a Aldeas para consolidar una metodología CAFF. Tenemos expectativas de que ese acompañamiento se profundice, continúe. Es una institución con mucha historia, con una dimensión de atención a niños y niñas muy importante. Además, su trabajo en la ejecución de Caif y otro tipo de dispositivos también habla de una reflexión interna de trabajo más preventivo, promocional, comunitario, lo que para nosotros es muy buena señal”, agrega Rodríguez.

* John Williamson y Aaron Greenberg, Families, not orphanages, 2010.
** Inau utiliza el término desinternación para dar cuenta de los procesos que permiten que menos niños, niñas y adolescentes residan en proyectos de tiempo completo tradicionales. Aldeas Infantiles utiliza para este mismo concepto el término desinstitucionalización.