Día contra el Maltrato Infantil y Adolescente

Cuando hablamos de maltrato infantil hablamos de la violencia emocional, física, sexual y la falta de cuidados que miles de niños, niñas y adolescentes sufren en nuestro país. Todos los años, el Sistema Integral de Protección a la Infancia (SIPIAV), a través de sus informes anuales, señala un aumento en las situaciones abordadas y confirma tendencias: en la amplia mayoría de los casos, las personas agresoras son familiares o integrantes del núcleo de convivencia, la mayor cantidad de casos corresponde a violencia emocional, las víctimas de situaciones de abuso sexual son en su mayoría niñas o adolescentes mujeres y la cronicidad y la frecuencia de las situaciones son altas. Pero este registro no da cuenta de la totalidad del problema.

El fenómeno atraviesa a todas las franjas sociales, culturales y económicas, y la mayor parte de las veces, se produce de forma silenciosa. Este es sin dudas un problema cultural que debemos seguir afrontando, que supone desarticular prácticas asociadas a nuestra sociedad patriarcal y adultocéntrica. Sin embargo, abordar el maltrato y la violencia hacia los niños, las niñas y los/as adolescentes nos exige complejizar la mirada y focalizar en los contextos en los que nacen y se desarrollan.

En Uruguay, uno de cada cinco niños y niñas es pobre. Esto no es sinónimo de maltrato infantil por parte de su familia, pero sí da cuenta de la violencia estructural que sufren al verse privados/as de las condiciones materiales propicias para asegurarles un desarrollo adecuado. La falta de condiciones económicas fragiliza los contextos de crianza, debilita su acceso a la vivienda, a la alimentación, a la salud, a la educación y a la recreación de calidad.

En Uruguay, la desintegración social cobra vidas. Los niños y las niñas están expuestos/as a la violencia territorial, lamentablemente, en algunos casos, hasta las últimas consecuencias.

Abordar las condiciones estructurales de la violencia hacia niños, niñas y adolescentes no solo es urgente, sino que es posible. Y solo si se revierte esta situación será viable un cambio cultural que permee a toda la sociedad. Vivimos en un país pequeño, con pocos habitantes, donde nacen cada vez menos personas. Vivimos en un país cada vez más desigual, en el que la infancia es el sector más pobre de la población, en el que cada año se registran miles de situaciones de violencia hacia niños, niñas y adolescentes.

¿Cuánto más estamos dispuestos/as como sociedad a comprometer la vida y los derechos de nuestras infancias y adolescencias? ¿Hasta cuándo su bienestar seguirá siendo un problema invisible, que recordamos en fechas clave pero que no abordamos con la premura que se necesita?

Es momento de llenar de contenido nuestros compromisos y pasar a la acción. No comprometamos su futuro, no arriesguemos su presente.

Cada niño, cada niña, cada adolescente vale.

Línea Azul de INAU para reportar situaciones de maltrato o abuso: 

Tel: 08005050 (de lunes a viernes de 8 a 20 h, sábados y domingos de 9 a 19 h). Línea gratuita y anónima. 

Formulario web: https://app.inau.gub.uy/