20 de Julio del 2022

Vivir en familia

Aldeas Infantiles SOS Uruguay fue elegida para integrar un equipo de trabajo internacional que recogerá y sistematizará experiencias de la organización en modalidades de cuidado que promueven la desinstitucionalización.  

  

Foto "Vivir en familia"

Cada tres meses que un niño o una niña de corta edad reside en una institución, pierde un mes de desarrollo*.  Según los últimos datos proporcionados por el Sistema de Información para la Infancia (2019), alrededor de 4930 niños, niñas y adolescentes se encuentran en el sistema de protección: 3198 viven en instituciones de tiempo completo y 1732 en alternativas familiares. Estos datos dan cuenta de que Uruguay tiene los índices más altos de internación de niños, niñas y adolescentes en América Latina.  

Tomando como premisa que la institucionalización debe ser tomada como medida de excepción y por el menor tiempo posible, Aldeas Infantiles SOS Uruguay ha orientado sus esfuerzos a implementar más y mejores respuestas dirigidas a procesos de desinstitucionalización a través de un profundo proceso de transformación organizacional que se empezó a consolidar en 2013. Se intenta así cubrir dos aspectos centrales vinculados al derecho a vivir en familia: trabajar en la prevención de la separación de los/as niños, niñas y adolescentes de sus familias y reintegrar al cuidado familiar a aquellos/as niños, niñas y adolescentes que han sido internados/as por protección.  

Una de las modalidades desarrolladas desde ese entonces es la de Atención en Contexto en convenio con INAU, que consiste en un acompañamiento técnico y apoyo económico (en promedio de dos años) a las familias para fortalecer las capacidades de cuidado de los adultos y las adultas, con el objetivo de que los niños y las niñas puedan ser reintegrados/as a su núcleo familiar. A través de esta modalidad se contabiliza que más de 260 niños y niñas han vuelto a vivir con sus familias, sin reingresar al sistema.  

Esta será una de las experiencias que compartirá Uruguay en un grupo de trabajo internacional de Aldeas Infantiles que reunirá de manera presencial en Bulgaria a representantes de 10 países de América, Asia, Europa y África, con el fin de sistematizar buenas prácticas enfocadas en reforma de cuidado y desinstitucionalización de niños y niñas. El grupo de trabajo reunirá las experiencias y elaborará un marco conceptual que se pretende difundir entre los 138 países integrantes de la Federación de Aldeas Infantiles SOS. 

“Es una gran satisfacción para Aldeas Infantiles SOS Uruguay integrar este equipo. Creemos que es un reconocimiento a todo lo que se ha trabajado y se ha avanzado en desinstitucionalización en nuestro país y también es una oportunidad para aprender sobre la experiencia de otros países. Este intercambio es fundamental para avanzar en este tema tan importante y clave, tan modular para nuestro quehacer como organización y para los programas y servicios que tenemos en todas partes del mundo. Esperamos que la sistematización de estas experiencias pueda impactar en el propio sistema uruguayo para seguir en el avanzando hacia el cumplimiento de la convivencia familiar”, señala Samuel Diogo, director programático de Aldeas Infantiles SOS Uruguay.  

Además de la experiencia de la Atención en Contexto, también se presentará el trabajo realizado en otras alternativas de cuidado, como el acogimiento familiar (Familia Amiga) o el acompañamiento a los procesos de adopción.

 

Una transformación estructural   

Para Aldeas Infantiles, trabajar con el foco en reintegros familiares supuso un cambio cultural organizacional, que implicó desde transformaciones conceptuales a acciones concretas, como la conformación de más equipos y el establecimiento de metodologías para las intervenciones con las familias. 

“Hubo que reestructurar a nivel de gerencia y de gestión de los servicios, lograr que cada programa sea una máquina muy efectiva, que está en movimiento permanente para lograr la desinstitucionalización de los niños y niñas. Todos los recursos tienen que estar trabajando para eso. Incluso se tuvo que pensar en equipos que estuvieran trabajando mucho más afuera de las oficinas y más cerca de las familias, en las comunidades”, comenta Diogo.  

Acerca de la temporalidad del cuidado institucional, Diogo afirma que toda la estructura organizacional debe estar preparada para que cuando un niño o una niña ingresa a la modalidad de Cuidado Residencial se busquen las condiciones que posibiliten que vuelva a vivir en familia: “Como mandata la normativa internacional y nacional, el cuidado alternativo debe ser transitorio y debe ser el último recurso. Tenemos que tener toda nuestra estructura preparada para que en cuanto el niño pueda tener la posibilidad y se desarrollen las condiciones para vivir en familia lo haga enseguida, sin demoras. A las familias hay que ir a buscarlas, a las condiciones de adoptabilidad también. Luego de todos estos años de trabajo sabemos que los niños, niñas y adolescentes que están en cuidado residencial es porque realmente no se ha logrado otra alternativa de cuidado en familia”.  

Para Diogo, la articulación con el Estado es un elemento clave para pensar en el cumplimiento de este derecho: “Se requiere de políticas públicas que avancen hacia una reforma del cuidado, al trabajo preventivo, al acogimiento familiar y a la adopción. En Uruguay, todos nuestros proyectos están en convenio con el INAU, y nosotros participamos activamente en las reformas y las mejoras que se han propuesto al sistema para hacer cumplir el derecho de las niñas y los niños a la convivencia familiar”.  

 

Foto: Pixabay 

* Williamson, John, y Greenberg, Aaron, Families, not orphanages, Better Care Network Working Paper, 2010, p. 6